PADRE CON MAYÚSCULAS

Cuando San José supo que María iba a tener un Hijo que no era suyo, realizó uno de los mayores actos de bondad de la historia. Este acto debe entenderse en el contexto histórico en el que se desarrolló, José era un “justo”, es decir, era fiel a la “Torá” a sus enseñanzas y a sus normas, por lo que por principios morales y legales no podía incumplir sus mandatos. A pesar de ello, cuando José se entera del embarazo de María decide no repudiarla públicamente ya que esto supondría, probablemente, la muerte de María y del Niño por lapidación, por lo que estuvo dispuesto a incumplir la Ley de Moisés, por amor hacia su mujer y hacia el Niño que nacería. San José volvió a mostrar su valentía meses más tarde cuando huyó con María y con Jesús de la ciudad de Belén en el momento en el que Herodes decidió matar a todos los niños menores de dos años.

Que mejor ejemplo como padre, que la valentía, el amor y el sacrificio que San José mostró por su familia. Que mejor figura representa lo que todos nosotros queremos llegar a ser como padres.

Los profundos valores de San José deben ser uno de los pilares fundamentales de la familia del siglo XXI, en muchos casos la figura del padre no existe por diversos motivos, el más doloroso porque este haya fallecido, y es en estos casos cuando surge el PADRE con mayúsculas, la persona que aún no siendo el padre natural lo quiere y lo educa como si fuese propio, el abuelo, el padrino, el tío, el nuevo marido de mamá, e incluso la propia mamá deberá de asumir esta responsabilidad en algunos casos. Sea quien sea ese PADRE, estará guiado y bendecido por San José, el PADRE de Jesús, el hombre bueno. Que mejor legado podemos dejar a nuestros hijos que el que nos recuerden como un buen padre y un buen hombre.

Felicidades a todos los padres y a todos los PADRES con mayúsculas.

Rafael Gómez
(Padre de ex-alumnos de la Parque)