EL TALENTO DE SER PADRES

Reflexionar sobre la necesidad o no de adquirir talentos a lo largo de nuestra existencia para alcanzar altas metas profesionales, me condujo a pensar hace años que es un valor exógeno que dependía, casi exclusivamente, del lugar y circunstancias que rodearan mi vida en cada momento, volcando la responsabilidad de mis propios talentos no en mi desarrollo como persona sino en las oportunidades laborales que me permitieran crecer en mi carrera profesional. Valoraba más el talento empresarial que el talento que se esconde en el interior de cada persona.

Con los años mis teorías de edificar el talento sobre la base de factores externos, fueron perdiendo fuerza, me percate que mis habilidades y capacidades habían nacido conmigo, y que todos, absolutamente todos poseemos talentos especiales, y que simplemente tenemos la misión de descubrirlos, para posteriormente potenciarlos.

Uno de los mayores talentos que recibimos como don divino, es el de ser padres, no hay reglas especificas para ser los mejores en el transcurso de esta fantástica misión, como si sucede en el desarrollo de las habilidades empresariales, por poco que busquemos nos encontraremos con estanterías repletas de libros que nos ayudarán a ser el “ mejor líder”, a crear “ el mejor equipo”, a “planificar mejor”…. Sin embargo, a lo largo del camino, a fuerza de caernos y levantarnos, vamos descubriendo, como nuestros hijos nos enseñan a salir de nuestra zona de confort, e individualismo, y con suma valentía vamos descubriendo aquellas debilidades y fortalezas, que nos impulsarán, mejorarán y acrecentarán nuestros propios talentos internos.

Este pequeño post, lo dedico con todo mi cariño a mi magnífica madre que me ha enseñado todo lo que soy.

Andrea Costa
Gerente C.I. Parque